La Historia
Soy Pilar, y desde el 2008 también soy “La Pajarita Pájara”. Cuando estudiaba arte, diseñé un blog con ese nombre para publicar todos mis trabajos. ¡Qué de alegrías me dio!
Acabé mis estudios de Bellas Artes, y tras exposiciones, performances y mucho arte postmoderno, pensé en formarme en disciplinas que me ofrecieran más posibilidades de buscarme la vida. Con un golpe de suerte y mis conocimientos de diseño en la mano, realicé un Master en Dirección de Comunicación, Publicidad e Imagen Corporativa en EAE Business School, donde aprendí cosas que jamás imaginé y conocí a personas muy interesantes. Fue acabar y entrar en una productora audiovisual donde crecí mucho en experiencia, trabajando para grandes empresas nacionales. Durante ese tiempo, La Pajarita Pájara se paralizó, dando toda mi creatividad a mis clientes.
En el año 2014, vuelvo a mi cuidad de origen, pensando que desde aquí y gracias a internet, podría hacer cosas que me llenaran. Así que después de un parón espiritual, cogí fuerzas y La Pajarita alzó el vuelo: registré la marca e inauguré mi Estudio de Diseño y Marketing para dar servicio a empresas y marcas desde Plasencia.
El Estudio
Por fuera parece un garaje, por dentro, mi sueño. Un local que hemos hecho bonito mi familia, amigos y yo. Con apenas inversión, y después de pasar por un espacio de coworking, en 2 semanas el local debía de estar listo. Lo que cariñosamente llamamos Nido, es a la vez una tienda, una oficina y un taller. Un sitio de esos en los que vas callejeando y no te esperas encontrarlo. Un sitio de los que estás buscando y tardas en encontrarlo. En él realizo cosas pequeñas para gente grande, como regalos personalizados hechos con mucho cariño; hasta estrategias de marketing hechas con mucha cabeza. Estoy en la calle de la Tea nº4 en Plasencia, pero desde allí mis paquetes y diseños vuelan a toda España y, a veces, al extranjero.
Forma de Trabajar
La forma de trabajar se puede resumir en no sentir que estoy trabajando. En realidad estoy haciendo lo que me gusta, que es ponerme otros zapatos: los de mis clientes. A veces esos zapatos hacen daño al principio, pero ver las cosas desde donde ellos las ven es lo que me permite entenderlos y ofrecerles lo que necesitan.
El objetivo es caminar juntos un largo camino, y creo, a día de hoy, que a mis clientes les gusta caminar conmigo tanto como a mí. ¡Preparaos! Después de caminar juntos…toca empezar a volar. 🙂